El Camino Santiago por La Rioja Alta cuenta con larga tradición jacobea, al menos desde el siglo XIII y sobre todo a partir del XVI, al tratarse de la continuación natural del llamado Camino del Interior que, a efectos administrativos, termina en Salinillas de Buradón, última etapa del Camino a su paso por Álava. Desde aquí por el camino a Briñas, los peregrinos penetraban en la provincia de La Rioja.

Ya en La Rioja, el Camino parte de Briñas con dirección a Haro-Zarratón-Madrid de los Trillos-Bañares para llegar hasta Santo Domingo de la Calzada, etapa de 25,00 Kms, donde se une al conocido Camino Francés (Roncesvalles-Santiago).

Señalización y localización

El Camino está señalizado con las internacionales flechas amarillas que indican la dirección a seguir, las mismas que las del  camino más tradicional, el Camino Francés y se encuentran sobre cualquier superficie visible para el caminante, sobre todo en los cruces.

Briñas

La sierra de Toloño cierra el paisaje hacia el norte y los chopos avisan que el río Ebro está cerca. Partiendo del Crucero y del Humilladero de Briñas, dejamos a la derecha el frontón y bajamos a la plaza Ramón Arambarri, dejando el Ayuntamiento detrás, hacia el caserón con solana de enfrente, a su izquierda está la fuente.

Pasado el caserón, en la esquina de la iglesia, torcemos hacia la calle de la izquierda, donde hay un cartel apoyado en la pared y señal de PR (blanca y amarilla). La calle lleva al río Ebro, donde hay una cruz de piedra y comienza la pista asfaltada a lo largo del río que queda a nuestra izquierda  y que seguimos hasta el Puente de Briñas.

De Briñas a Haro

El paseo es muy agradable. La pista asfaltada bordea el río Ebro con larga hilera de chopos a ambos lados. Cruzamos el puente gótico de Haro, el ya citado Puente de Briñas,  sobre el río Ebro y torcemos a la derecha (el PR gira a la izquierda), desde aquí existe acceso fácil a la torre de la estrella. Sobre el ribazo del Ebro, a la derecha, el cenotafio a los liberales muertos en la jornada de Herrera; al llegar al final de la subida, al fondo se divisa el barrio de las bodegas de Haro. Cierra el paisaje la unión de las sierras de Toloño y los Obarenses, en las Conchas de Haro, con los riscos de Bilibio y la estatua del patrono de los jarreros, San Felices.

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